jueves, 22 de mayo de 2008

Sugerencia para tú fin de semana

En el museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México, se encuentra la exhibicion analógica de dos culturas: la nuestra y la Egipcia, si no tienes planeado nada para tu fin de semana te recomiendo que vayas al Museo de Antropología en Chapultepec y visites la exposición "La Diosa Isis y la Serpiente Emplumada". Exposición temporal


Presentando credencial de estudiante, profesor, 3ra. edad la entrada es gratuita; en caso de no ser así el acceso te cuesta $ 48.00
atrevete a vivir tan enriquecedora experiencia cultural.

Horario:
Martes a domingo de 9:00 a 19:00 hrs. El lunes permanece cerrado.
Admisión:
El costo es de $48.00 M.N. , de martes a sábado, de 09:00 a 19:00 hrs.
Estarán exentos de pago:
-Niños menores de 13 años-Estudiantes y profesores con credencial vigente-Adultos mayores de 60 años-Jubilados, pensionados y discapacitados-Pasantes e investigadores que cuenten con el permiso del INAH.
Todos los visitantes nacionales y extranjeros residentes en México estarán exentos de pago los domingos.
Dirección:El Museo Nacional de Antropología se encuentra en avenida Paseo de la Reforma y calzada Gandhi sin número, en la colonia Chapultepec Polanco, Ciudad de México. Se puede llegar a él por la avenida Paseo de la Reforma. Las estaciones del Metro más cercanas son Auditorio y Chapultepec.

Visitando y conociendo



Chiapas es uno de nuestros estados más ricos culturalmente, así como de una belleza exótica que lo caracteriza, pero también uno de los más pobres, yo te invito a que cuando visites cualquier estado de nuestra México, te atrevas a platicar con los niños que se acerquen a venderte alguna artesania, preguntales ¿ sí van a la escuela?, ¿ sí usan uniforme?, ¿como es su escuela?, yo lo hice con los niños de la comunidad de Chiapa de Corso y realmente me dejo mucho que pensar, pero mi versión puede estar filtrada por todas mis prenociones de lo que es y de lo que debería ser, por lo que te invito a que conozcas también a nuestros niños mexicanos y que opinan de las preguntas que tú les puedas hacer, no existe mejor aprendizaje que ese, y si puedes compartirme tu experiencia estaremos en posibilidades de intercambiar experiencias. gracias por ser portavoz de los niños.

¿Y, tú que piensas?


De pronto lo despiden de su empleo. La gente se hace a un lado y sólo queda usted, sumido en la invalidez y en la soledad, aislado del mundo y rodeado por miradas ajenas que lo desprecian.
Así se sienten, y así son tratados millones de personas que sufren algún tipo de discapacidad.

La discriminación hacia estas personas es un mal mundial, que no distingue raza, nación ni religión. El temor a lo "distinto" genera rechazo, y por ende exclusión social. Se tiende a considerar a todo lo bueno y normal como "humano" y a lo raro o distinto, como "In-Humano".
Pues hoy vivimos bajo el yugo de la "cultura de la imagen", donde lo fútil y la venalidad son banderas de un mundo, cuyos valores morales y de sociabilidad están en decadencia.
Hoy prima el individualismo, la supervivencia del más apto.
En suma, vivimos en un mundo construido por falacias, vacío de solidaridad y confraternidad.
Actualmente, alrededor del 10% de la población mundial padece algún tipo de discapacidad. Según la O.M.S., para el ano 2000 se calcula que casi 600 millones de adolescentes discapacitados coexistirán en el mundo. Sin embargo, la realidad de estas personas nos demuestra que en tanto sean considerados "distintos", jamás podrán tener igualdad de posibilidades.
El desinterés por parte de entidades publicas no solo pone de manifiesto la ineficacia de estos organismos sino también, la discriminación encubierta.
La burocracia es otro de los males que desalienta, no solo a estas personas, sino también a sus familias, quienes por estas y otras circunstancias, tienen que doblegar el valor, el bolsillo y la paciencia.

Por otra parte, la actitud mercantilista de algunos sistemas de medicina privada, junto con las obras sociales es otra muestra del desinterés y el desprecio por esta problemática.
Pues este tipo de pacientes, requiere de una atención particular. Es decir, mayor dedicación por parte de los profesionales de la medicina, aunque esta actividad no sea en extremo rentable, de acuerdo a las leyes del mercado...
El actual desconocimiento sobre la discapacidad, en muchos ámbitos de la salud revela la inexistencia de antecedentes sobre el tema. Y más aún, en el campo de la odontología.
Esta tarea requiere de un abordaje interdisciplinario, que integre la odontología, la medicina, la psicología y la educación, junto a otras ramas auxiliares de la salud.
Pero ante todo, es necesario erradicar un mundo de prejuicios.
Cada profesional que se encuentra con un paciente discapacitado se enfrenta ante una problemática desconocida que a priori, produce rechazo y temor. Por eso, es fundamental hacer un cambio profundo de mentalidad, que involucre a toda la sociedad. Y esto se logra mediante campañas efectivas de publicidad, las cuales además de referirse a tratamientos específicos odontológicos, hagan incapié en lo más importante: La Prevención.

Pocas personas dedican extremos cuidados a su salud bucal. Ignoran que son víctimas de una pandemia; la caries. Pues esta es una enfermedad tan o más común y propagada que la gripe.
En el caso de los discapacitados, el deterioro de la salud oral también revela una falla en la Atención Primaria Odontológica, ya que ella se dirige hacia los tratamientos rehabilitadores y curativos, y en menor grado, hacia los preventivos.
Ahora bien, el éxito de todo tratamiento odontológico depende no sólo del profesional, sino también de los padres. Muchas veces ocurre que en la atención, los padres vuelcan sus propias frustraciones, miedos y ansiedades. Es por esta razón que el odontólogo deberá tomar en cuenta estos factores, junto con otros profesionales, ya que serán administradores, y responsables de la efectividad del tratamiento.
Sólo cuando la sociedad haya dejado de lado los prejuicios, comenzaremos a entender que toda patología que produzca una discapacidad en el ser humano tiene como común denominador a la discriminación, cuyo origen no es orgánico, sino " humano".

Discriminación hacia los minusválidos

Si bien en todas las sociedades existen discapacitados, es casi evidente que las carencias económicas extendidas en amplios sectores de nuestro país contribuyen a multiplicar el número de personas con discapacidad y, al mismo tiempo, hace más difícil su plena inserción en el mundo educativo y laboral.
A partir de estos hechos debemos empezar a cambiar de actitud. Las personas con discapacidad no sólo son seres humanos con los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, sino que también en gran parte son individuos que están en capacidad de contribuir con el desarrollo del país, gracias a sus talentos, que muchas veces no se utilizan por actitudes prejuiciosas de educadores o empleadores.
Se trata entonces de iniciar un cambio de actitud, de dejar de lado esos prejuicios que conducen a la discriminación y la exclusión, con lo cual creamos un problema social a partir de nuestra incapacidad para apreciar situaciones de este tipo con serena objetividad.
Estudios efectuados en el Perú y el extranjero nos muestran que existen discapacitados que tienen, en ciertas actividades, un rendimiento laboral superior al promedio de las personas que carecen de discapacidad.
Debemos, por tanto, mostrar al país la diferencia entre prejuicio y realidad. En esa tarea juegan una función muy importante los medios de comunicación. En efecto, hay instituciones del sector público y privado que hace años contratan a discapacitados, con lo cual efectúan una labor positiva desde el punto de vista humano y moral. Sin embargo, para que una tarea de esta naturaleza tenga efectos sociales es fundamental que la conozcan amplios sectores de la opinión pública.
Así que es importante considerar:
  • La gran mayoría de los discapacitados
    se siente discriminada.
  • La discriminación se manifiesta en menores
    oportunidades de trabajo y educación.
  • La discriminación se da en la familia y
    en el mercado laboral.

Bueno, y después de todo este rollo ¿¿ y tú que piensas??

Transtornos de los nervios craneales

Del cerebro salen 12 nervios (llamados nervios craneales), que se dirigen directamente a varias partes de la cabeza. A excepción del nervio craneal VIII, que procesa la audición y ayuda al mantenimiento del equilibrio, los nervios craneales III al XII controlan los movimientos de los ojos, la lengua, la cara y la garganta. Los nervios craneales V y IX reciben la sensibilidad de la cara, la lengua y la garganta. El nervio craneal I es el nervio olfatorio, o nervio del olfato. El nervio craneal II es el nervio óptico o nervio de la visión. Un trastorno en cualesquiera de estos nervios craneales puede producir una grave pérdida de su función, pero los trastornos más frecuentes son básicamente tres: la neuralgia del trigémino, la neuralgia glosofaríngea y la parálisis de Bell.
Neuralgia del trigéminoEl nervio trigémino transmite las sensaciones desde la cara hasta el cerebro. La neuralgia del trigémino produce dolor en diversas áreas inervadas por este nervio.
Neuralgia del trigémino
También conocida como tic doloroso, la neuralgia del trigémino se caracteriza por la disfunción del nervio trigémino (nervio craneal V), que conduce la información de la sensibilidad de la cara al cerebro.
Su disfunción produce episodios de dolor grave y punzante de algunos segundos a minutos de duración. La neuralgia del trigémino puede afectar a los adultos de cualquier edad, pero el trastorno es más frecuente en la gente mayor. No se conoce su causa.
Síntomas
El dolor puede aparecer espontáneamente, pero a menudo se desencadena cuando se toca un punto en particular (punto gatillo) o por actividades como lavarse los dientes o masticar. Inmediatamente pueden sentirse en cualquier parte de la mitad inferior de la cara ráfagas repetidas de dolor intensísimo como si se tratara de relámpagos. La mayoría de las veces el dolor se nota en la zona de la mejilla cerca de la nariz o en el área de la mandíbula. Las crisis de dolor pueden repetirse hasta unas cien veces al día, llegando a veces a producir una incapacidad total.
Diagnóstico
Aunque no existen pruebas específicas para identificar la neuralgia del trigémino, su diagnóstico es fácil dadas las características del dolor. Los médicos también intentan descartar otras causas posibles de dolor facial, como enfermedades de la mandíbula, de los dientes o de los senos, o bien una compresión del nervio trigémino por un tumor o un aneurisma.

Tratamiento
Los analgésicos clásicos no suelen ser útiles ya que los episodios de dolor son breves y recidivantes, pero otros fármacos suelen aliviarlo, especialmente los anticonvulsivantes (que estabilizan las membranas de los nervios). Primero se suele probar la carbamazepina, pero puede prescribirse la fenitoína si aquélla no da resultados o produce reacciones adversas graves. En algunos casos pueden ser eficaces el baclofeno y algunos antidepresivos. Son frecuentes las remisiones espontáneas, aunque a menudo los episodios pueden estar separados por largos intervalos de tiempo sin síntomas.
A veces la neuralgia del trigémino se produce como consecuencia de una arteria que discurre por un trayecto anómalo y que comprime el nervio adyacente al cerebro. En esos casos está indicado el tratamiento quirúrgico, que consiste en apartar dicha arteria del nervio, con lo que se consigue aliviar el dolor por lo menos durante algunos años. Cuando el dolor no responde a los fármacos o si una persona no puede ser operada por cualquier motivo, puede recurrirse a una prueba que consiste en la inyección de alcohol en el nervio para bloquear su función temporalmente. Si esto alivia el dolor, el nervio puede seccionarse o bien destruirse permanentemente con la inyección de un fármaco. Tales procedimientos a menudo producen molestias en la cara y deberían considerarse sólo como último recurso.
Neuralgia glosofaríngea
La neuralgia glosofaríngea es un síndrome poco frecuente caracterizado por episodios recidivantes de dolor intenso en la parte posterior de la garganta cerca de las amígdalas, afectando a veces al oído del mismo lado.
La neuralgia glosofaríngea suele iniciarse después de los 40 años de edad y es más frecuente en los varones que en las mujeres. Se desconoce su causa.
Síntomas
Al igual que la neuralgia del trigémino, los episodios son intermitentes y breves, pero causan un dolor intensísimo que puede ser desencadenado por algún movimiento como la masticación, la deglución, el habla o el bostezo. El dolor puede durar varios segundos o minutos y suele afectar sólo a un lado.
Tratamiento
El tratamiento farmacológico es el mismo que para la neuralgia del trigémino: carbamazepina, fenitoína, baclofeno y antidepresivos. Cuando falla este tratamiento, puede ser necesario recurrir a la cirugía para bloquear o cortar el nervio glosofaríngeo, bien sea a la altura del cuello o en la base del cerebro.
La parálisis de Bell paraliza un lado de la cara
Parálisis de Bell
La parálisis de Bell es una anomalía del nervio facial caracterizada por causar de forma repentina debilidad o parálisis de los músculos de un lado de la cara.
El nervio facial es el nervio craneal que estimula los músculos de la cara. Aunque se desconoce la causa de la parálisis de Bell, se supone que en su mecanismo participa una inflamación del nervio facial como respuesta a una infección vírica, a una compresión o a una falta de riego sanguíneo.
Síntomas
La parálisis de Bell aparece de forma repentina. La debilidad facial puede estar precedida unas horas antes por un dolor localizado detrás de la oreja. El grado de debilidad puede variar, de forma impredecible, de leve a completa, pero siempre afecta a un solo lado de la cara. El lado paralizado de la cara queda sin arrugas y sin expresión, pero a veces la persona tiene la sensación de que tiene la cara torcida. La mayoría experimenta un entumecimiento o una sensación de peso en la cara, pero de hecho la sensibilidad permanece normal. Cuando se afecta a la parte superior de la cara, puede ser difícil cerrar el ojo del lado afectado. En raras ocasiones la parálisis de Bell interfiere en la producción de saliva, en el sentido del gusto y en la producción de lágrimas.
Diagnóstico
La parálisis de Bell siempre afecta a un solo lado de la cara; la debilidad es de inicio súbito y puede implicar tanto a la parte superior como a la inferior del lado afectado. Aunque un ictus (accidente cerebrovascular) puede también producir una debilidad súbita de la cara, solamente se afecta la parte inferior. Además, el ictus se acompaña también de debilidad en el brazo y en la pierna.
Las demás causas de la parálisis del nervio facial son infrecuentes y suelen ser de aparición lenta. Entre ellas cabe destacar los tumores cerebrales o de otro tipo que compriman el nervio, una infección vírica que lo destruya, como el herpes (síndrome de Ramsay Hunt), infecciones en el oído medio o en los senos mastoideos, la enfermedad de Lyme, las fracturas del hueso de la base del cráneo y otros muchas enfermedades, todavía menos frecuentes.
Habitualmente, el médico puede descartar estos trastornos basándose en la historia clínica de la persona y en los resultados de las pruebas radiológicas, la tomografía computadorizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Para la enfermedad de Lyme puede ser necesario un análisis de sangre. No existen pruebas específicas para el diagnóstico de la parálisis de Bell.
Tratamiento
Tampoco existe un tratamiento específico para la parálisis de Bell. Algunos médicos consideran que deberían administrarse corticosteroides como la prednisona antes del segundo día posterior a la aparición de los síntomas y continuarlos durante 1 a 2 semanas. No se ha demostrado que este tratamiento sea eficaz en el control del dolor o que mejore las posibilidades de recuperación.
Si la parálisis de los músculos faciales impide que el ojo cierre completamente, debe evitarse que éste se seque. Para ello se recomienda utilizar gotas lubricantes para los ojos instiladas cada pocas horas y es posible que sea necesario un parche ocular. En las personas afectadas de parálisis grave pueden resultar eficaces los masajes de los músculos debilitados, al igual que la estimulación nerviosa para prevenir la rigidez de estos músculos. Si la parálisis dura entre 6 y 12 meses o más, el cirujano puede tratar de conectar un nervio sano (habitualmente tomado de la lengua) con el músculo facial paralizado.
Pronóstico
Si la parálisis es parcial, probablemente se produzca un restablecimiento completo en el plazo de uno o dos meses. Si la parálisis es total, el pronóstico es variable, aunque la mayoría se recupera completamente. Para determinar las probabilidades de recuperación, el médico puede examinar el nervio facial mediante su estimulación eléctrica. En ocasiones, a medida que el nervio facial se recupera, se forman conexiones anormales que pueden ocasionar movimientos inesperados de algunos músculos faciales o una secreción espontánea de lágrimas.

Mente, cerebro y adaptación: la localizacion de las funciones cerebrales

Según avanzaba el siglo XIX, el problema de la relación entre la mente y el cerebro se convirtió en una cuestión especialmente crucial tanto para los fisiólogos y como para los psicólogos, que empezaban a prestar atención al estudio de la naturaleza y localización de las funciones cerebrales. De un modo difuso y general, la idea de localización cerebral ha sido utilizada desde la antigüedad. Una noción de "alma" globalmente relacionada con el cerebro, por ejemplo, puede ser encontrada en la obra de Pitágoras, Hipócrates, Platón, Erasístrato y Galeno, entre otros. Los fisiólogos neumáticos de la Edad Media pensaban que las capacidades mentales estaban localizadas en el fluido de los ventrílocuos. Sin embargo, cuando expiró la creencia en los espíritus animales, también lo hizo la hipótesis ventricular, y en 1784, cuando Jiri Prochaska publicó su De functionibus systematis nervosi, el interés se había trasladado hacia el tronco cerebral y el cerebro.
A pesar de este temprano interés, la doctrina de la localización cerebral própiamente dicha -la noción de que los procesos específicamente mentales están correlacionados con regiones discretas del cerebro- y el intento de establecer la localización por medio de la observación empírica fueron esencialmente logros del siglo XIX. Los primeros pasos decisivos hacia estos fines pueden encontrarse en la obra de Franz Josef Gall (1758- 1828). Gall nació en Baden y estudió medicina en Estrasburgo y Viena, donde recibió su graduación en 1785. Impresionado desde que era niño por la aparente correlación entre el talento fuera de lo común de sus amigos y las espectaculares variaciones de la apariencia facial y craneal, Gall se determinó a desarrollar un nuevo método craneoscópico de localización de las facultades mentales. Su primera disertación pública sobre craneoscopia data de 1796 aproximadamente. Desafortunadamente, sus disertaciones despertaron casi inmediatamente la oposición por sus fundamentos presumiblemente materialistas y en 1805 se vió obligado a dejar Viena. Después de dos años de viaje, llegó a París acompañado de su colega Johann Gaspar Spurzheim (1776-1832). En 1810, Gall y Spurzheim publicaron el primer volumen de Anatomie et physiologie du système nerveux en général, la más importante contribución de Gall a la neuroanatomía y la primera manifestación importante de su craneoscopia.
La esencia del método de Gall de localización pone en correlación las variaciones del carácter con las variaciones de los signos externos craneológicos. La validez de su metodología depende de tres conjeturas decisivas: que el tamaño y la forma del cráneo refleja el tamaño y la forma de las partes subyacentes del cerebro, que las capacidades mentales eran innatas y fijas y que el relativo nivel de desarrollo de una capacidad innata era un reflejo del tamaño del órgano cerebral heredado. Sobre estos supuestos, la correlación observada entre una capacidad particular bien desarrollada y un área particularmente prominente del cráneo puede ser interpretada como evidencia de la localización cerebral de esa capacidad en la parte correlativa del cerebro.
Aunque el enfoque correlacional de Gall fue eventualmente abandonado a favor de la experimentación y su concepción de unas facultades fijas e innatas fue reemplazado por una perspectiva dinámica y evolucionista del desarrollo mental y
fue rechazada su suposición fundamental sobre las relaciones entre el cerebro y la conformación craneal, sería un serio error subestimar su importancia en la historia de la localización funcional. Las suposiciones de Gall pueden haber sido defectuosas y sus seguidores pueden haber llevado sus ideas a extremos dogmáticos, pero no había ninguna equivocación en su lógica científica o en el riguroso empirismo de su intento de correlacionar las aptitudes observables con lo que él creía que eran índices observables del cerebro.
En realidad, fue Gall quien puso los cimientos para las bases biológicas de la psicología funcional adelantándose a su tiempo. Al postular un conjunto de rasgos mentales innatos a través de la forma del órgano cerebral abandonó la perspectiva extrema de la tabula rasa de los sensistas como Condilac. Gall intentó sustituir las normativas exclusivamente intelectuales de los sensistas por facultades definidas en términos de actividades cotidianas de la vida diaria que se adaptaban al entorno circundante y variaban entre los individuos y entre las especies. Sustituyó la especulación sobre la clasificación de las funciones y las unidades anatómicas apropiadas por la observación objetiva.
Incluso el más tenaz oponente de Gall, Marie-Jean-Pierre Flourens (1794- 1867), tuvo el gusto de admitir que fue Gall el primero que, en virtud de su detallada evidencia de la correlación entre la variación en la función y la variación presente en el cerebro, estableció completamente la opinión de que el cerebro sirve como órgano de la mente. En casi todos los otros aspectos, sin embargo, Flourens era muy crítico con Gall. Casi un niño prodigio, Flourens se matriculó en la famosa Facultad de Medicina de Montpellier cuando sólo tenia 15 años y recibió su graduación como médico antes de cumplir los 20. Poco después, cuando Gall estaba en el cenit de su carrera en París, Flourens llegó a la capital. Gracias a su obra de 1824, Recherches expérimentales sur les propriétés et les fonctions du système nerveux, fue elegido miembro de la Academia de Ciencias, de la que andando el tiempo ocupó el cargo de secretario perpetuo, llegando a ser una de los más influyentes personajes científicos de Francia.
En Recherches expérimentales, Flourens aportó la primera demostración experimental de la localización de funciones en el cerebro. Mientras los investigadores anteriores habían lesionado el cerebro mediante una trepanación que hacía imposible localizar deterioros o rastros hemorrágicos con seguridad, Flourens descubrió y aisló por completo qué porción del cerebro debía ser extraida. Poniendo cuidado en minimizar el trauma causado por la operación y sus complicaciones posteriores, empleó la ablación para localizar un motor central en la médula oblonga y la estabilidad y la coordinación motora en el cerebelo. A pesar de que su terapia de la sensación era más bien confusa, en 1824, en la misma época en que apareció la segunda edición de las Recherches experimentales (1842), Flourens desarrolló una clara distinción entre sensación y percepción (tratando la percepción como la apreciación del significado de una sensación) y localizó la función sensorial en varias estructuras subcorticales asociadas.
Respecto al cerebro, sin embargo, los resultados fueron bastante diferentes. El corte completo de los hemisferios producía un daño difuso en todas las funciones mentales superiores -la percepción, el intelecto y la voluntad-, variando el daño en función de la extensión y no de la localización de la lesión. Si permanecían los tejidos adecuados, la función podía ser restaurada, pero la ablación total conducía a una pérdida permanente de la función. A partir de estos resultados, Flourens concluyó que mientras las funciones sensoriomotoras están diferenciadas y localizadas subcorticalmente, las funciones mentales superiores tales como la percepción, la voluntad y el intelecto, están extendidas por todas las partes del cerebro, operando en conjunto como un único factor y con la totalidad del cerebro funcionando de modo unitario como su "lugar exclusivo".
Desafortunadamente, como Gall mismo observó (1822/1825), el procedimiento de Flourens "mutila todos los órganos a la vez, debilitándolo todo, extirpándolo todo a la vez" (ENG: VI, pp. 165-166). La ablación por sucesivos cortes no era un método satisfactorio para el descubrimiento de la localización cerebral. La sólida creencia filosófica en un alma unitaria y en una mente indivisible, unida a la disposición acrílica de generalizar los resultados alcanzados a partir de organismos inferiores a los seres humanos, condujeron a Flourens a atacar los esfuerzos de Gall para localizar y formular una teoría de la homogeneidad cerebral que, de hecho, anticipaba el concepto posterior de Lashley (1929) sobre la equipotencialidad de la masa-acción y la cortical. Al extender la distinción sensoriomotora de la neuraxis desde las raíces espinales de Bell y Magendie, Flourens se desentendió de los hemisferios cerebrales. Desde su punto de vista, el cerebro era el órgano de una mente unitaria, y, por implicación, no podía ser funcionalmente diferenciado.
Antes de que el córtex pudiera ser interpretado en términos sensoriomotores, los fundamentos intelectuales habían sido preparados y los instrumentos técnicos desarrollados. Las exigencias intelectuales para este logro exigían el abandono del enfoque de una facultad fija para la mente a favor del equilibrado asociacionismo sensoriomotor evolucionista y una apreciación de las implicaciones funcionales de la enfermedad cerebral. Los requisitos técnicos eran el desarrollo de una técnica de exploración eléctrica de la superficie del córtex. Los progresos intelectuales llegaron a través de Alexander Bain y Herbert Spencer y los descubrimientos neuropatológicos de Pierre Paul Broca. El avance técnico, para el desarrollo y uso de la estimulación eléctrica, fue empleado por primera vez por Gustav Fritsch y Eduard Hitzig.
Alexander Bain (1818-1903) nació, fue educado y murió en Aberdeen, Escocia. Después de recibir el grado de Master of Arts en el Marischal College en 1840, ingresó en la facultad en filosofía mental y moral. En 1860 fue elegido para la cátedra de lógica en la recien creada Universidad de Aberdeen donde permaneció hasta su retiro. Durante estos años, Bain escribió una interesante aunque poco leída crítica de la frenología, On the Study of Character, Including an Estimate of Phrenology (1861), y un valioso examen de las opiniones en torno al problema mente/cuerpo, Mind and Body. The Theories of Their Relation (1873). Es, sin embargo, en su psicología general donde debemos buscar su más importante contribución al clima intelectual, origen de la primera demostración específica de la localización cortical de la función sensorio motora. Esta contribución consiste en el asociacionismo sensorio motor que puso en marcha en The Senses and the Intellect y The Emotions and the Will, publicadas por primera vez en 1855 y 1859 respectivamente y revisadas en cuatro ediciones entre 1894 y 1899.
La obra de Bain marca un punto decisivo en la historia de la psicología asociacionista. Antes de Bain, el compromiso de los asociacionistas con la experiencia como la fuente primaria y única de conocimiento llevó a descuidar el movimiento y la acción a favor del análisis de la sensación. Incluso cuando el movimiento era explícitamente incluido en las explicaciones asociacionistas, como por ejemplo en el caso de Thomas Brown, era el lado sensorial del movimiento, el "músculo sintiente" más bien que la acción adaptativa lo que reclamaba su atención. Bain, inspirándose en exceso en Müller, aportó la nueva fisiología del movimiento en conjunción con una explicación asociacionista de la mente. Young (1970) ha resumido el punto de vista de Bain así:
"La acción es una propiedad más íntima e inseparable de nuestra constitución que cualquiera de nuestras sensaciones, y de hecho entra como parte componente en cada uno de nuestros sentidos, dándoles el carácter de compuestos..." (Bain, 1868, p. 59). "Los movimientos espontáneos son un rasgo de la actividad nerviosa precedente e independiente de las sensaciones. Las conexiones adquiridas de movimientos espontáneos con el placer y el dolor consecuente en ellos, educan al organismo tanto como sus antiguos movimientos aleatorios... (están) adaptados a los fines y propósitos. Bain define la volición como éste compuesto de movimientos espontáneos y sentimientos. La coordinación de los impulsos motores en definidos movimientos propositivos resulta de la asociación de las ideas con ellos" (p. 115).
Dentro de la psicología asociacionista hubo ideas revolucionarias que, junto a las concepciones evolucionistas de Spencer, pavimentaron el camino que conduciría a la posterior psicología funcionalista de la conducta adaptativa; y, como veremos, aportaron el contexto intelectual para una explicación sensorio motora de las bases psicológicas de las funciones mentales superiores. Irónicamente, sin embargo, éste fue un paso que el propio Bain había sido completamente incapaz de dar. Impresionado, como todos sus antecesores, por la ausencia de irritabilidad mostrada por el córtex cuando era pinchado o cortado, Bain aceptó la distinción tradicional "entre los hemisferios y el conjunto de los ganglios y centros situados entre ellos" (pp. 53-54). Cualquiera que fuera la función del cerebro, estaba claro para Bain que no podía ser sensorio motora.
En 1855, el mismo año en el que Bain publicó The Senses and the Intellect, apareció en Inglaterra una obra aún más revolucionaria. The Principles of Psychology de Herbert Spencer (1820-1903) ofreció a los estudiosos del cerebro un asociacionismo evolucionista y un concepto afín de la localización cerebral que dio ímpetu y dirección a la obra de John Hughlings Jackson y a través de Jackson a la de David Ferrier.
Spencer nació en Derby, Inglaterra y fue autodidacta en gran medida. A la edad de 17 años, empezó a trabajar en los ferrocarriles pero dejó esta ocupación en 1848 para trabajar primero como editor y luego como escritor independiente y crítico. En An Autobiography (1904), Spencer nos dice que, ya a la edad de 11 o 12 años, asistía a las lecciones de Spurzheim, quien le convirtió en seguidor de la frenología durante varios años. Ciertamente, muy temprano, hacia 1846, antes de desarrollar su escepticismo hacia la frenología que le conduciría al abandono del proyecto, Spencer, había diseñado un cefalógrafo con el propósito de conseguir medidas craneales más fiables.
En 1850, como resultado de su amistad con George Henry Lewes, Spencer empezó a leer A Biographical History of Philosophy (1845/1846) de Lewes. En muy poco tiempo, se encontró tan absorbido en el tema que decidió hacer una contribución propia a la filosofía en la forma de una introducción a la psicología. En 1855, aparecieron los Principles of Psychology de Spencer. Es un libro complejo y difícil, apenas una introducción al tema y, como The Senses and the Intellect de Bain, marcó un jalón en la historia de la psicología. Mientras Bain había unido el movimiento a las sensaciones del asociacionismo, llegando al primer resumen completo del punto de vista asociacionista sensoriomotor, Spencer llegó incluso más lejos y fundamentó la psicología en la biología evolucionista.
En particular, Spencer puso de relieve tres principios evolucionistas básicos que transformaron su visión previa sobre la mente y el cerebro en otra en la que las localizaciones corticales de las funciones eran un simple corolario lógico. Así lo hizo, apoyándose en el trabajo de Hughlings Jackson sobre la concepción evolucionista del sistema nervioso y la extensión de la hipótesis organizacional sensoriomotora al cerebro.
Los principios clave de Spencer son: adaptación, continuidad y desarrollo.
Como Gall, Spencer veía la psicología como una ciencia biológica de adaptación. "Todas aquellas actividades, corporales y mentales, que constituyen nuestra idea ordinaria de la vida... (tanto como) aquellos procesos de desarrollo por medio de los cuales el organismo es conducido a una aptitud general para aquellas actividades" (pág. 375) consisten simplemente en "el continuo ajuste de las relaciones internas a las relaciones externas" (pág. 374). Ni las asociaciones entre las ideas internas, por ejemplo, ni las relaciones entre los fenómenos externos, sino sólo el creciente ajuste de la relaciones del interior al exterior puede encontrarse en el centro de la psicología. En realidad, para Spencer, los fenómenos mentales son definidos como adaptaciones, "incidentes de la correspondencia entre el organismo y su entorno" (p. 584).
Junto a la adaptación, la continuidad y el desarrollo eran las ideas centrales de Spencer. El desarrollo consiste en un cambio desde la homogeneidad a la heterogeneidad, desde la relativa unidad e indivisibilidad a la diferenciación y la complejidad. De acuerdo con el principio de continuidad, la vida y sus circunstancias existen en todos los niveles de complejidad y correspondencia. El nivel de la vida varía continuamente con el grado de correspondencia; ninguna demarcación radical separa un nivel del siguiente. Así, la vida mental y física son simplemente especies de vida en general, y lo que llamamos mente se desarrolla continuamente desde la vida física -los reflejos a partir de las irritaciones, instintos a partir de reflejos combinados y vida consciente y procesos mentales superiores a partir de los instintos- coexistiendo en diversos niveles de complejidad.
Las implicaciones de estas concepciones evolucionistas para la hipótesis de la localización cortical de las funciones es clara. El cerebro es el sistema físico más altamente desarrollado que conocemos y el córtex es el nivel más desarrollado del cerebro. De modo que debe ser heterogéneo, diferenciado y complejo. Aún más, si el córtex es un continuo desarrollo de estructuras subcorticales, los principios sensoriomotores que gobiernan las localizaciones subcorticales deben apoyarse también en el córtex. Por último, si los procesos mentales superiores son el producto final de un proceso continuo de desarrollo desde la simple irritación a través de los reflejos y los instintos, no hay justificación alguna para establecer una sutil distinción entre la mente y el cuerpo. La dicotomía mente/cuerpo que durante dos siglos ha mantenido la noción de que el cerebro, funcionando como el asiento de los procesos mentales superiores, debe funcionar de acuerdo con principios radicalmente diferentes de los de la descriptiva función nerviosa subcerebral, debía ser abandonada.
Aunque estas ideas estaban siendo elaboradas más completamente por Hughlings Jackson, está muy claro que ya en 1855 Spencer estaba bien informado de las implicaciones de sus conceptos de continuidad y desarrollo para la localización cerebral. En los Principles, escribió que las verdades generales de su ciencia, pueden resistir mucho tiempo la convicción de que diferentes partes del cerebro sirven a diferentes clases de acción mental. "La localización de funciones es la ley de cualquier organización... Cada haz de fibras nerviosas y cada ganglio, tiene una función especial... ¿Puede ser, entonces, que en los grandes ganglios hemisféricos aislados, esta especialización de funciones no se cumpla?" (pp. 607-608).
Con los fundamentos aportados por el asociacionismo sensoriomotor de Bain y la psicofisiología de Spencer, lo único que era necesario para superar el último obstáculo para extender la perspectiva sensoriomotora al córtex era el impulso proporcionado por los espectaculares descubrimientos de la investigación y las nuevas técnicas experimentales. En el periodo entre 1861 y 1876, Broca, Fritsch y Hitzig, aportaron los primeros descubrimientos y técnicas cruciales; Jackson, fuertemente influenciado por Spencer y Bain, aportó la extensión del paradigma sensoriomotor al córtex, y Ferrier, influenciado por Bain y Jackson, puso remate experimental a la doctrina clásica de la localización cortical
Paul Broca (1824-1880) nació en Sainte-Foy-La-Grande, en la región francesa de Dordoña, y estudió medicina en el Hôtel Dieu de París. El interés que le despertó durante toda su vida la antropología física le llevó a ser uno de los primeros miembros de la Société d'Anthropologie y a fundar la Revue d'anthropologie y el Departmento de Anthropología en la Universidad de Paris. El 4 de Abril de 1861, en una reunión de la Société d'Anthropologie, Broca estaba sentado entre el público cuando Ernest Aubertin presentó un informe citando varios estudios de casos extraordinarios para argumentar sobre la localización cerebral del lenguaje articulado.
Aubertin era alumno y yerno de Jean Baptiste Bouillaud, una poderosa y distinguida figura de los círculos científicos parisinos, alumno de Gall y miembro fundador de la Sociedad Frenológica. Ya en 1825, Bouillaud había publicado un artículo en el que empleaba evidencias clinicas para apoyar el punto de vista de Gall de que la facultad del lenguaje articulado reside en los lóbulos anteriores del cerebro. Casi 40 años después, frente a una considerable oposición, Bouillaud había triunfado manteniendo viva la hipótesis de la localización cerebral. Así, Aubertin era simplemente continuador de la tradición de su suegro cuando afirmó su convicción en la localización cerebral incluso en el caso singular de que la pérdida del habla se hubiera producido sin lesión frontal.
Intrigado, Broca decidió responder al desafío de Aubertin. Una semana después, un paciente hemipléjico y mudo, M. Legorgne ("Tan"), murió de gangrena en el pabellón quirúrgico de Broca. En Remarques sur le siége de la faculté du langage articulé, suivies d'une observation d'aphemie (perte de la parole), publicado en 1861 en Bulletins de la société anatomique de Paris, Broca presentó una relación detallada de su examen post mortem del cerebro de Tan. Lo que había encontrado, por supuesto, era una lesión superficial en el lóbulo frontal izquierdo, descubrimiento confirmado pocas semanas después por otro caso en el que el examen post mortem revelaba una lesión similar.
Aunque ni la concepción de una facultad del lenguaje articulado ni tampoco la noción de su localización en la parte anterior del cerebro eran especialmente novedosas en 1861, Broca aportó un descubrimiento que animó a la opinión científica a considerar la hipótesis de la localización. El detalle de la explicación de Broca, el hecho de que había ido específicamente en busca de evidencias para los pacientes con pérdida del habla más bien que emplear casos post hoc como soporte de la localización, su uso de lo patológico más bien que el método craneológico, su atención a la topografía convolucional de los hemisferios cerebrales, y, tal vez lo más importante, el hecho de que los tiempos estaban maduros para tal demostración; todo ello, contribuyó a la sensación instantánea creada por los descubrimientos de Broca. Ahora todo lo que se necesitaba era una técnica para la exploración experimental de la superficie de los hemisferios, y esta técnica fue la contribución conjunta de Gustav Theodor Fritsch (1838-1927) y Eduard Hitzig (1838-1907).
En 1870, en los Archiv für Anatomie, Physiologie, und wissenschaftliche Medicin, Fritsch y Hitzig publicaron un artículo clásico que no solo aportó la primera evidencia experimental de la localización cortical de las funciones sino que, con un golpe singular, superaron la antigua objeción a la localización basada en la idea de que los hemisferios fracasaban en mostrar la irritabilidad. Empleando la estimulación galvánica en el cerebro del perro, Fritsch y Hitzig aportaron la evidencia concluyente de que definidas áreas del cortex están implicadas en los movimientos de las extremidades contralaterales y que la ablación de estas mismas áreas llevaba al desfallecimiento de estas extremidades. Sus descubrimientos establecieron la electrofisiología como el método preferente para la exploración experimental de la localización cortical de las funciones y demostró la participación de los hemisferios en la función motora.
Aproximadamente en la misma época, en Inglaterra, John Hughlings Jackson (1835-1911) llegó a la misma perspectiva sensoriomotora de la función hemisférica por un camino diferente. Hughlings Jackson nació en Providence Green, Green Hammerton, Yorkshire, Inglaterra. Comenzó a estudiar medicina como aprendiz en York y completó su formación en la Medical School of St. Bartholomew's Hospital en Londres y en la Universidad de St. Andrews. Entre los varios cargos que ocupó en el hospital, tal vez el más importante fue como médico en el Hospital Nacional para Paralíticos y Epilépticos en Queen Square. Sus contribuciones a la neurología y a la psicología están dispersas en varias publicaciones entre 1861 y 1909. Varios de los más importantes artículos han sido recogidos en los dos volúmenes de Selected Writings of John Hughlings Jackson, editado por James Taylor (1931/1932).
Aunque las contribuciones específicas de Jackson a nuestra comprensión de la etiología, desarrollo y tratamiento de los desórdenes neurológicos desde la afasia y la corea hasta la epilépsia y el vértigo fueron de una importancia excepcional, fue su concepción evolucionista de la localización de la función sensoriomotora en el cerebro lo que tuvo más influencia para la psicología. Esta concepción estaba, por supuesto, desarrollada bajo la inspiración de Spencer. Así lo describe Young (1970): Los pruncipios de Spencer de continuidad y evolución suministraron a Jackson de un singular y consistente conjunto de variables para especificar los elementos fisiológicos y psicológicos de los que se componen la experiencia, el pensamiento y la conducta: sensaciones (o impresiones) y movimientos. Todos los fenómenos mentales complejos están hechos con estos simples elementos, desde el más simple reflejo a los más sublimes pensamientos y emociones. Todas las funciones y facultades pueden ser explicadas en estos términos (p. 199).
El artículo de Jackson, "On the anatomical & physiological localisation of movements in the brain", publicado en el Lancet en 1873, es representativo de una serie de artículos que dedicados a la concepción sensoriomotora durante este periodo. En un prefacio interesante y revelador en un folleto de 1875, Clinical and Physiological Researches on the Nervous System, que reeditaba el artículo de 1873, Jackson describe el trasfondo para la hipótesis tal como se desarrolla en su propia obra, casi como si estuviera intentando establecer su prioridad. Amigo de citarse a sí mismo, Jackson reimprime una nota al pie de un artículo de 1870 , "The study of convulsions", que resume sus puntos de vista:
"Es afirmado por algunos que el cerebro es el órgano de la mente, y que no es un órgano motor. Algunos piensan que el cerebro puede ser comparado a un instrumentista, y los centros motores al instrumento -una parte para las ideas y otra para los movimientos. Puede, entonces, preguntarse, ¿Cómo puede la descarga de parte de un órgano mental producir sólo síntomas motores?... ¿De qué 'sustancia' puede estar compuesto el órgano de la mente, a no ser de procesos que representan movimientos e impresiones...? ¿Creemos que el hemisferio está construido sobre un proyecto fundamentalmente diferente al de la región motora?... seguramente la conclusión irresistible es que los síntomas 'mentales... son debidos a la falta o al desarrollo desordenado de los procesos sensoriomotores" (p. xi-xii). Así, a comienzos de 1870, Jackson había desarrollado completamente una concepción general de la organización funcional del sistema nervioso. En palabras de Young (1970), ésto "constituye la última etapa de la integración de la psicología asociacionista con la fisiología sensoriomotora... (e) implica un rechazo explícito del... trabajo que había impedido un punto de vista unificado: la formulación de la facultad de Broca, y la poca voluntad de Flourens, Magendie, Müller y otros en tratar

al órgano de la mente -los centros superiores- en términos fisiológicos consistentes" (p. 206). En la obra de Jackson el análisis teórico de la localización cerebral alcanzaba su máximo grado de desarrollo en el siglo XIX. En las investigaciones sistemáticas y experimentales de su amigo y colega, David Ferrier (1843-1928), estos análisis fueron confirmados.
Ferrier nació y fue educado en Aberdeen, Escocia, donde fue alumno de Alexander Bain. Estimulado por Bain, viajó a Heidelberg en 1864 para estudiar psicología. Durante este periodo, vivían en Heidelberg Helmholtz y Wundt. Wundt había completado recientemente (1862) Beiträge zur Theorie der Sinneswahrnehmung que contenía la primera declaración programática de su psicología fisiológica y Ferrier debía estar sin duda de acuerdo con los puntos de vista de Wundt.
A su regreso, Ferrier completo su formación médica en la Universidad de Edimburgo y trabajó, por corto tiempo, como ayudante de Thomas Laycock, quien había sido el primero en elaborar el concepto de "cerebración inconsciente" (ver Laycock, 1860, para su pretensión de prioridad). Entre otros cargos, Ferrier, como Jackson, trabajó como médico en el National Hospital, en Queen Square. Influenciado como Jackson por Bain y Spencer, Ferrier partió de la prueba de la idea de Jackson de que las funciones sensoriomotoras pueden ser representadas de un modo organizado en el córtex y prolongó la localización experimental del córtex motor en el perro efectuada por Fritsch y Hitzig. Empleando muy cuidadosas y controladas ablaciones y la estimulación farádica del cerebro, realizó un importante progreso de las técnicas galvánicas utilizadas por Fritsch y Hitzig, Ferrier consiguió cartografiar las áreas sensoriales y motoras a través de una ámplia variedad de especies. Su primer artículo, "Experimental researches in cerebral physiology and pathology", apareció en 1873 en los West Riding Lunatic Asylum Medical Reports; pero fue el impacto de sus múltiples investigaciones sobre el cruce de especies, presentadas en 1876 en The Functions of the Brain, lo que sirvió para confirmar el establecimiento del análisis sensoriomotor como el paradigma dominante tanto para la explicación fisiológica como psicológica.

Poesia "El maistrito de Pueblo"




Que ya te dije que noy tus caprichos no acepto!aunque me dejes de hablaraunque te sientas molesto.Aunque me cuelgues la cara y aunque me hagas sentimiento, no he de darte mi permiso...¡ Antes, te lleno de cuero! ¡Tanto dinero gastado! ¡Tanto celo, tanto empeño!...La Primaria, SecundariaPrepa y Curso Propedéutico.¡Tanta hablada de tu partecon todos tus compañerosdiciendo: ... Que tú seríasUn profesionista bueno.¡Que ibas para licenciadoo que si no,... Serías médico,Contador, militar, Curapolítico o ingeniero!Y hoy que estás como chiflado o loco te estás volviendo, me sales de babosotecon la idea de ser maestro.¡Tanto dinero gastado!...¡Tanto afán y tanto empeño!...¡Tantas felicitacionesde amigos y compañeros...para que hoy... con gran cinismotú me digas... ya no quierollegar a ser burgués cursisino preciado maestro

¿Qué, no te va a dar vergüenzade rebajarte tan feo?...¿qué no vas a sonrojartede bajar a tal empleo?¿MAISTRITO?... ¡Qué grande cosa!¡Qué dignidad!... ¡Qué talento!¡Qué porvenir!... ¡Qué importancia!,¡Qué prestigio!... ¡Qué abolengo!MAISTRITO de Escuela... Un torpeQue nada sabe de cierto.Haragán, irresponsable,vago, pobre... ¡Un majadero!MAISTRITO... Sólo un don nadie...Un vulgar vago de pueblo,que va a organizar Plantones,marchas, huelgas y jaleos.Un flojo que sólo quiere ganar dinero y dinero,sin importarle los niños,ni sentir el magisterio...Que no venera a la Patria,hombre ruin, politiquero,pues para él sólo es valioso,pasarla de mitotero.Explíqueme..., licenciado...Dígame usted, ingeniero...¿Qué va a enseñarle a los niños?¿Cómo va a orientar al pueblo?¿Cómo va a exponer su clasea los niños de primero?,

Si ellos saben que aquí, en casa,hay pobreza y hay apremio,¿por qué ni por caridadlo atienden cuando está enfermo?...
Si usted no sabe contar,ni jugar niestar contento;ni sabe del trato amabley menos contar un cuento;y sólo sabe vestirsemás o menos de... ¿cirquero?Muy sabiondo el hombrecitoque ni quebrados, ni enteros, ni decimales, ni nada¿sabe el señor embustero?Con que... ¡Ya te dije que no!Y no me siga moliendo...Qué Normal, ni qué Normal...No quiero que seas maestro.Antes te llevo al ejidopara que seas jornalero,PA’ que el sol te dé en el lomoy te pongas fuerte y prieto.Así me dijo mi padrey, yo que mucho lo quiero,bajé la frente y salídiciéndole... Estoy de acuerdo...Yo seré lo que usted diga;en verdad,... se lo prometo.Pero ya no esté enojado,pues le hace daño... y me apeno.Salí a la calle, vaguépor las calles y los huertos,por el jardín, la placita,por la iglesia y el colegio...Miré a los peones cansados,sudorosos, sin aliento,poniendo sobre un papel,sólo la huella del dedo.vi. a las mujeres descalzas,cargando leña del cerro;y vi. niños, muchos niños,hurgar en los basureros
Recogí desesperadoa esa gente de mi pueblo...a esas gentes sin fortuna, sin redención ni consuelo.Los metí en mi corazón,en mi entraña, en mi cerebro;les di Patria en mi concienciay me confundí con ellos.Allí, frente aquellos niños;frente a esos niños enfermos,pensé que eran angelitosdespreciados por el cielo.Miré que no tenían alas;los miré casi sin cuerpo...Ángeles sin un hogar,sin virgen, sin Padre Nuestro.Y pensé... Si me aferraraa ser licenciado o médico,contador, conferencista,sacerdote o ingeniero,¿cómo podría despertarla conciencia de mi pueblo?¿Qué les favoreceríaque yo lograra alto empleo,si ni justicia, ni amor,ni palabras de consuelopodría darles y ofrecerlespara calmar su tormento?...Entonces volví a mi hogar, todo tenía resuelto.Llamé a mi padre y le dije:Yo a usted mucho le respeto...Comprendo sus sacrificios;sé de sus ansias y sueños,pero hoy... quiero que me escuchepor favor... sólo un momento.Si quiere que sea felizy desea que sirva al pueblo;si quiere que colaborepara mejorar a México...Si usted quiere que mi vidala dedique a lo que quiero:Luchando por la igualdad,por la ciencia y el progreso...

Deje, padre, que yo tengala profesión con que sueño;deje que yo sea felizcon mis niños sin colegio.Deje que mi vocaciónse torne clase y recreo;que sea lección de cariño;que sea canto, que sea verso:que pueda yo ser lucerocon la luz del alfabeto;que pueda ser manantial que sacie la sed del pueblo.Déjeme sufrir... Luchar...Déjeme vivir con ellospara lograr educarlos;para construir un colegio.Déjeme padre... que luche; déme permiso, le ruego;para sembrar esperanzas,para apuntalar anhelos.Deje que forme una Escuela;Escuela a los cuatro vientos;Escuela de libertades,donde haya luz y contento.Déme permiso papá...Que sea un maestrito de pueblo,que marque programas justos;que trace caminos nuevos.Deje que siembre la mies;deje que propicie el vuelode esa águila que pareceno tener alas, ni aliento.Deje que escuche mi vozel militar, el Gobierno,el sacerdote, el artistael paria y el jornalero.Si ya mi hermano es doctor;y el mayor, es ingeniero,porque no permite ustedque yo... me torne maestro.Si ellos en su ingratitudya han formado un mundo nuevode explotación, de egoísmo,de lujos y de dinero.Si de usted se han olvidado, si ya no vienen al pueblo;y en su situación burguesa,gratitud y amor han muerto.

Si ellos saben que aquí, en casa,hay pobreza y hay apremio,¿por qué ni por caridadlo atienden cuando está enfermo?...Mi padre quedó pensando...Silencio guardó un momento...Luego me abrazó y me dijo:Sí... muchacho... te comprendo;vete a luchar hijo mío...Yo esperaré tu regreso,sabiendo que traerás cosaslogradas con fe y empeño.Cuando vuelvas hijo mío...vamos a estar muy contentos,y se llenará la casacon tu amor y tus pequeños.Si aquí no me encuentras ya,sé que tendrán el consuelode volver a esta tu casa;de regresar a tu pueblo.Yo sé que vendrás por vermetú vendrás por este viejoy querrás con toda tu almaenseñarme el alfabeto.Más si aquí no me encontraras,ve a buscarme al cementerio;y allí solitos los dos,envueltos en el silencio,me dirás de tus afanes,de tus luchas, tus proyectos,de tus sencillas tareas,de tu honor y de tus éxitos.No me traigas flores hijo,yo sé que no las merezco;ni cruz, ni ceras, ni nada,sólo quiero tu recuerdo.¡Anda hijo mío!... ¡Vete ya!¡México espera tu esfuerzo!Te espera el hombre ignorantey los niños macilentos...Yo aquí me quedo esperando,con orgullo verdadero,porque sé que cumplirásser prestigiado maestro.¡Anda hijo mío!... ¡Vete ya!Que si de momento muerocon orgullo gritaré:¡Mi hijo: ... Es maistrito de pueblo